lunes, 12 de enero de 2015

Morir defendiendo tu derecho a contradecirme

Las redes sociales son un termómetro social. Recién cometido el atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo se generó un movimiento bajo el Hashtag “JeSuisCharlie” que mostraba la solidaridad con las víctimas y familiares del ataque terrorista y defendía los valores occidentales de la libertad de prensa (uno de los hashtags más utilizados en la historia de Twitter. Más de tres millones y medio de tuits en tres días). Pero a este extendido hashtag ha seguido otro quizá más simbólico y profundo, “JeSuisAhmed”, en reconocimiento al policía musulmán rematado con un tiro en la cabeza por uno de los terroristas, y cuyas escalofriantes imágenes han dado la vuelta al mundo.

Ahmed Merabet era musulmán, de origen árabe y fue abatido en una calle de París, defendiendo el derecho de una publicación a ridiculizar su fe y su cultura. Tirado en una calle de París, tierra en la que nació Voltaire, famoso por la frase que decía “No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. 

Casualmente ayer la multitudinaria manifestación, en la que participaron una cincuentena de líderes políticos mundiales, colapsó las calles de París  y estando la salida prevista desde la plaza de la República, la gran afluencia de gente hizo que los dirigentes y las víctimas abriesen la manifestación cientos de metros más adelante, en el bulevar Voltaire.

Pues Ahmed es la referencia, referencia por dar la vida por encima de sus creencias, por la paz de nuestra sociedad. Y referencia para los musulmanes pues ahí está Dios, o Alá, o Yahveh, en el que ama a los demás por encima de sus propios intereses. 


 Dios nunca estará en el que mata por él, ni en la Yihad islámica, ni en las cruzadas, ni en la intolerancia, ni en el fanatismo, Dios, nunca estará en el que usa su nombre para matar, ni en el que abusa del débil, Dios nunca estará en el que considera a la mujer un ser inferior, Dios es amor, a Dios es Amor, y entender el amor es morir defendiendo el derecho de alguien a ridiculizar tus sentimientos y tu cultura, amar al otro por encima de ti mismo, ese es tu Dios y mi Dios, Dios. El resto es usar el nombre de Dios en vano,.. Entre el YoSoyCharlie y el YoNosoyCharlie, me quedo con el "Yo soy Ahmed".


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