lunes, 27 de junio de 2016

¿Encuestas fallidas, Ley electoral injusta...?, no fallan las Matemáticas

No voy a saturar más sobre análisis de los resultados e interpretaciones, para todos evidentes, aunque diferentes, de lo que los españoles hemos dicho en las urnas. Pero voy a aportar algún comentario matemático:
Se habla de que los grandes perdedores (y hablo en clave no política) han sido los que realizan las encuestas, porque no han dado ni una. Pues no lo crean, porque las encuestas ya no son un instrumento para anticipar los resultados, sino para influir en los mismos. Si a la ciencia Estadística se une la Sociología, y se asimila que una predicción correcta de resultados ayuda a orientar el voto, desde el punto de vista de alcanzar poder, es mucho más importante esto que aquello, o sea, es preferible tratar de influir en el voto a consta de una predicciones que no tienen ningún valor real a posteriori. Las Matemáticas no fallan, pero por encima de eso, por poner u ejemplo cercano, un alumno es capaz de cambiar la solución de su problema correcto, por uno falso cuando ve que es el que dice haber obtenido la mayoría.
Otra parte digna de comentar es si con esta ley electoral hay “ciudadanos de primera y de segunda”, si unos votos valen más que otros. Pues lo cierto es que eso ocurre siempre que hay un sistema electoral proporcional, porque salvo que todos los votantes fuéramos diputados, cuando hay que elegir de manera proporcional números enteros (o sea personas enteras) habrá restos, que son votantes, cuyo voto vale menos. Un ejemplo muy sencillo es si 5 personas deben votar entre dos opciones. Salvo que los 5 elijan la misma, en cuyo caso todos los votos valen lo mismo, en cuanto 3 elijan una, se puede decir que el voto de los otros dos no vale nada. O lo mismo sucede si el resultado es 4 a 1, pero no es que el voto del perdedor valga menos que el del resto, es que es un sistema electoral proporcional.

Como se ve con este sencillo ejemplo, el problema de la representación proporcional es que se dan asignaciones enteras a proporciones que no suelen serlo. Dicho esto, todo sistema electoral puede ser mejorado, o elegido en función de lo que se desee. En España se eligió el de restos mayores porque se buscaba una gobernabilidad de los grandes partidos para que en la transición no hubiera exceso de pequeños grupos. Y con todo y con eso el sistema no ha permitido un gobierno en la pasada brevísima legislatura.

Aclarado esto de manera científica, soy de los que creen que el sistema electoral español debe ser modificado, adaptándose a una democracia más madura. Pero no vale echar la culpa a las matemáticas cuando no me gustan las cuentas que salen. Que para muchos no serán divertidas, pero exactas…son Ciencias Exactas