lunes, 15 de julio de 2013

Conductor, prefiero acordarme de mi madre que no de la tuya

Estamos en cambio de quincena veraniega, y eso en el tráfico se nota. Tengo la sensación de que o se han rebajado los controles de velocidad, o la gente ha encontrado la manera de detectarlos o recurrir d e forma satisfactoria las multas, pues va aumentando el número de vehículos que superan los límites de velocidad establecidos.

Concretamente ayer, por la autovía Jaén-Granada me adelantó un BMW blanco a unos 200 km por hora. Y eso no es ya cuestión de sobrepasar la velocidad en un tramo con una señal de velocidad anormalmente baja, difícil de respetar,.. es una actitud, y es una actitud delictiva que puede provocar la muerte. Ante esto estamos, como sociedad, en situación de recriminación e intolerancia. Si no les permitiéramos adelantar a esas altas velocidades, le pitáramos, señaláramos, y recrimináramos a nuestros conocidos

Mi actitud en ese momento fue llamar a la Guardia Civil de tráfico y “denunciar”, acordándome cierto torero, que recibió una cadena de denuncias telefónicas, previas al choque que causó la muerte de un ciudadano, pero que pudo ser la tuya, querido oyente, o la mía o la de cualquiera de nuestros seres queridos.

Comentándolo después surgió el caso de un conocido con un Porsche que fue parado a esas velocidades y tras conocer su sanción sacó su tarjeta y pagó los 520 euros como el que compra un periódico. ¿no deberían adecuarse estas sanciones al sueldo del infractor o al precio del vehículo con el que lo infringe?.

Queridos oyentes, como dice la canción, al volante precaución que la senda es peligrosa, acuérdense de su madre o esposa, que yo también prefiero acordarme de mi madre, y no de la de otro.

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