De nuevo las Tecnologías de la Información y la Comunicación
vuelven a ser fundamentales en hechos históricos actuales.
Para nada pueden ser ya obviadas, ni siquiera para dar un
golpe de estado. Si hace unos años las redes sociales permitieron derrocar
gobiernos en la Primavera Árabe, en esta ocasión el no control del ejército
turco sobre estos medios ha permitido que el pueblo no permita derrocar el
sistema de gobierno establecido.
Con lo cual no ha sido suficiente con controlar el parlamento,
las vías de comunicación y la televisión pública. Las redes sociales han
permitido que los ciudadanos turcos salgan a la calle, y desde todo el mundo
hemos podido ver en vivo, gracias por ejemplo a las transmisiones en Periscope,
lo que estaba sucediendo en cada parte del mapa (Ankara, Estambul, la frontera,
el aeropuerto,…) y todo con cientos de cámaras en vivo, en directo y sin
censura.
Y mientras, el Presidente Erdogan se dirigía a la población
¿cómo?, a través de FaceTime.
Ya lo decimos, lo que todavía hay quien llama las nuevas
tecnologías, no es que han venido para quedarse, sino que son parte sustancial
de nuestra sociedad global, y ya la definen y son decisorias sobre su
desarrollo y evolución.
Queridos oyentes, no sólo hay que estar, sino saber estar.
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