Hoy es jornada de expertos en resultados electorales, de lectura interesada de los mismos, de análisis suficientemente sesgados como para tratar de influir en las posibles alianzas. Lo que es innegable es que el panorama político ha cambiado, y ha desaparecido, o al menos se ha suavizado la dicotomía rojo-azul, heredada de bandos enfrentados en una guerra fratricida. Ahora toca a los nuevos partidos demostrar si han venido para quedarse o son fruto de un toque de atención de los electores al sistema. En cualquier caso deseo que sea el inicio de una Política con mayúscula, de una política de entendimientos, de sentido común, de negociaciones, y no de intercambio de favores por sillones, de gobernabilidad por puestos, y para ello es necesario un análisis profundo por parte de los que hemos elegido como representantes. Viene bien recordar a John Nash, que falleció ayer, matemático,
premio nobel de economía, que tiró por tierra la teoría económica demostrando que era más beneficiosa la colaboración que la competencia.
premio nobel de economía, que tiró por tierra la teoría económica demostrando que era más beneficiosa la colaboración que la competencia.
Y mientras el mudo muestra su gran preocupación por la toma de Palmira por parte del Estado Islámico, y la comunidad internacional echándose las manos a la cabeza por el patrimonio, y poniendo el grito en el cielo mucho más alto que cuando éstos mismos entran en alguna otra ciudad que no son patrimonio de la Humanidad pero en las que queman vivos a niños y mujeres, cortan cabezas o pasan a cuchillo a poblaciones enteras, pero donde si el número no supera en cifras masacres anteriores o las atrocidades no son más inhumanas que las previas, o no son grabados cómo se les prende fuego vivos en una jaula o se les crucifica quedan en una pequeña noticia o referencia, ¿no se han dado cuneta de esto?, ¿será otra de sus masacres?, ¿no nos estarán deshumanizando poco a poco?